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El abuelo empezó a contar esta historia. Hace mucho tiempo
un gran meteorito dividió el mundo en dos grandes trozos de
terreno separados por una gran montaña, que se había formado
por un gran terremoto que sacudió la tierra. Tras el impacto, los
seres humanos quedaron divididos en dos lugares totalmente
diferentes, en uno de ellos abundaba la comida, el dinero y el lujo,
y en el otro lado la miseria y la pobreza.
A los del lado donde habían tenido la suerte de tenerlo todo,
sucedían cosas que los del otro lado no entendían. Eran muy
afortunados y no lo sabían. Las gentes de este lugar eran
orgullosas, caprichosas y desagradecidas, se hacían llamar los
vips. Despreciaban a los del otro lugar, eran seres miserables que
no habían tenido suerte y a los que había que tener apartados,
no relacionarse con ellos e intentar ignorarlos por completo, eran
llamados los Basurianos.
Los basurianos, como su palabra indica, vivían de la basura que
generaban los del otro lado. La basura de los vips era tirada cerca
de la gran montaña y los habitantes Basurianos se dedicaban a
recogerla. Recogían productos que tenían fecha de caducidad,
pero que no estaban aún caducados, frutas y verduras en buen
estado, y que habían sido despreciadas por ser pequeñas o tener
un aspecto más feo.
