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-Pues, para empezar, dando ejemplo a nuestros hijos.
-Juguemos más con ellos. Digamos en el cole que les hablen del
aprovechamientoóptimode losalimentos, de lapirámide también.
-No les vamos a echar bocadillos que no se vayan a comer.
-Cocinemos en casa con productos naturales.
-Hagamos la lista de la compra con cabeza, y miremos las fechas
de caducidad.
-Si nos sobra comida, pues la congelamos, o mejor: calculemos las
raciones según los miembros de la familia.
-Reciclemos en casa, como lo hacíamos antes.
Los hermanos hablaron durante toda la noche de todos los
aspectos que se podrían mejorar o lo que ellos mismos podrían
mejorar desde sus propios hogares.
Así fue como el abueloNico se quedó dormido en su sillón favorito,
escuchando como sus hijos arreglarían el mundo. Sin duda fue
uno de los cumpleaños más felices que había pasado en su vida.
