Page 52 - Cuentos Consum

hecho. Al leerlas, me quedé de piedra: “Debéis consultar las etiquetas de
los productos”.

¡¿¡¿Cómo?!?! ¿Qué etiquetas? – pensaba yo - Definitivamente, está

chalado este hombre… Pero, ¡¿qué se ha creído?! Al final, hemos hecho
bien haciendo huelga.
O eso pensaba…

Esa tarde, fui con mis padres a comprar y por curiosidad, miré la etiqueta
de las galletas “Malandrina”, elaboradas según la receta argentina.
- ¿Vaya! – comenté con mis padres – llevan azúcar, harina de trigo, aceite
de palma, estabilizante no sé qué, conservante no sé cuántos,… ¿Qué es
todo esto?

- ¿Eso? – murmuró mi madre – ¡Porquería! Piensa un poco: el azúcar, en
cantidad elevada, no es bueno ni para tus dientes ni para tu cuerpo. El
aceite de palma, en grandes cantidades, tampoco es aconsejable

Entonces lo comprendí. ¡Claro! ¡Pero cómo podíamos estar tan ciegos…!
Rápidamente, salí disparada por el pasillo en busca de zumos. En
nuestro menú habíamos puesto un vaso de zumo “Linaranja” y cuando
vi su etiqueta… ¡Alto contenido en azúcar! ¡Pffff! ¡Y nosotros de huelga!

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