Page 49 - Cuentos Consum

Y dicho eso, comenzó la clase de Lengua. Ese día tocaba leer en voz alta

un libro de Julio Verne y luego responder las preguntas, así que cuando
terminamos el capítulo, cogimos las libretas y nos pusimos a hacer los
ejercicios mientras el profe hacía los grupos.
Antes de tocar el timbre, nos anunció con quién nos tocaba a cada uno. Al
final, como siempre, tenía razón: grupos igualados y con igual número de

“tranquilos” y “agitadores de masas”.
Esa tarde, después de comer, me fui volando a casa de una de las Nereas
(la González). A ver si comenzábamos con el dichoso “trabajito”:

- A ver…- dijo Nerea – Vamos a centrarnos que nos salga bien. Que nos
jugamos la nota del trimestre.
- Es verdad, yo aprobé el último examen por “los pelos”.- dijo Bryan – Y ya
me avisó que como no espabilase, iba “cuesta abajo y sin frenos”.

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