Page 33 - Cuentos Consum
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Entonces Pere se acercó al cocinero y le explico que el de mayor quería

                ser cocinero y tener un restaurante para hacer platos deliciosos que todo
                el mundo pudiera comer,  tuviera la enfermedad que  tuviera. Entonces
                Carmen aprovecho para preguntar al cocinero cómo creía él que debería
                ser la etiqueta ideal.


                El cocinero les explico que él no podía comer alimentos que  tuvieran
                gluten y que a su hijo también le pasaba lo mismo. Muchas veces había
                pensado como se podría crear una etiqueta mejor y más entendible para

                su trabajo y también para su hijo.  La idea a la que él había estado dándole
                vueltas, era una etiqueta que indicara con colores como un semáforo si
                contenía más cantidad o menos de un ingrediente y así saber si es más
                saludable o menos.


                El color verde indicaría que no contiene nada de ese ingrediente, el naranja
                que contiene un poco  y el rojo que contiene mucho. Los ingredientes
                podrían ser aquellos que la gente intenta  tener más cuidado por sus

                alergias o salud, por ejemplo, la sal, el azúcar, la lactosa, el gluten, etc.

                La idea les pareció estupenda y muy acertada para niños y mayores. Le
                dieron las gracias al cocinero por ser tan amable y se fueron a poner la
                mesa, antes que llegaran todos sus compañeros al comedor.


                Cuando llegaron a casa, estuvieron pensando cómo podían hacer que sus
                ideas sobre la etiqueta ideal se supieran y se llevaran a cabo. Los abuelos

                estaban mirando la tele y escucharon que en Bruselas había una reunión
                de la Unión Europea, donde se hablaría conjuntamente con la Organización
                Mundial de la Salud (OMS) que eran los responsables de velar porque los
                alimentos  y sus productos  fueran más saludables  y accesibles para la
                gente.


                Escuchar aquello les dio una idea. Mandarían una carta a la OMS para
                explicarles su pequeña aventura y explicarles sus ideas. Pero no sabían

                cómo hacerlo. Así que hablaron con sus padres y les explicaron lo que
                habían estado haciendo y su intención de enviarlo a alguna organización
                que pudiera hacer algo al respecto.

                Sus padres se quedaron muy sorprendidos de la iniciativa de sus hijos y






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