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Ya solo queda una semana para que Adrià y Cristina se casen. Han
querido invitar a todos sus amigos y familiares porque querrían
que fuera una fiesta sonada, pero no tienen nada preparado.
Ahora se dan cuenta de que habrá muchos invitados a la boda y
no saben cómo lo tienen que organizar.
Cristina está tan nerviosa que esta mañana ha decidido ir a visitar
a su amiga para poder pedirle consejo. Aprovechando que tiene
que ir a comprar el pan, pedirá ayuda a Vicenta, la panadera, que
a buen seguro le podrá echar una mano.
C- Buenos días, Vicenta, me tienes que ayudar, dice Cristina
V_ Buenos días, Cristina, ¿lo tenéis todo a punto para la boda?
C_ ¿Quieres que te lo diga? Para no tener no tengo ni vestido de
novia.
V_ ¿Que no tienes vestido? Tranquila, que yo te lo hago. A cambio,
tú me enseñas a bailar.
C_ ¡Muy bien! Trato hecho.
Cristina es profesora de baile y Vicenta había trabajado de
modista, las dos han llegado a un buen acuerdo.
