Los alimentos que tomamos contienen, además de sus ingredientes, la sabiduría de ganaderos y agricultores; la profesionalidad de fabricantes, transportistas y vendedores; y la energía y recursos naturales derivados de su producción y distribución. Así que, cuando os preguntáis: "Cuánto cuesta un bocadillo de jamón", la respuesta os facilitará un montón de argumentos para reducir el desperdicio de alimentos.