En la propuesta que os planteamos a continuación “Emociones sin tabúes” se combina diferentes agrupaciones para el trabajo (gran grupo, equipos, parejas e individual) y distintas dinámicas activas (reflexión, gamificación y dramatización). El proceso de enseñanza-aprendizaje debe partir de los conocimientos previos de los alumnos y las alumnas, en este caso sobre las emociones, para así relacionarlos con su realidad más próxima. Por ello, estas propuestas participativas son el punto de partida para iniciar a los más pequeños en el desarrollo de su inteligencia emocional, así como en el cuidado de su salud mental.